1 de marzo de 2009

Ficha 10: ¿Dónde está el Reino?

El Reino es lo más grande, "lo que el ojo no vio, lo que el oído no oyó, ni el corazón del hombre puede soñar" (1 Cor 2); pero el Reino está ahí "para quien tiene ojos para ver", pues no viene a lo grande, en poder y gloria, desde fuera. Está entre nosotros (Lc 17, 20-21).

1. Algunas pistas...

- A la luz de la persona y el estilo mesiánico de Jesús, ¿está cambiando tu modo de percibir la presencia y acción de Dios en tu vida, en lo que te rodea, en ti mismo?
- Concreta esto, señala signos del Reino.
- ¿Te ves distinto por dentro, aunque los demás te juzguen con los esquemas de siempre? ¿Otro talante de ser persona?
- ¿Menos ansioso, con menos prisa, con mejor aceptación de ti mismo?
- ¿Integras mejor libertad y fe, autorrealización humana y disponibilidad para con Dios, integración de necesidades personales y solidaridad con el prójimo?


- Lees tu historia de un modo global y unitario, y hasta lo más oscuro comienza a tener sentido.

- ¡Cuánto ha cambiado tu relación con Dios! Antes era algo impersonal o que dependía de tu estado de ánimo. Ahora es Alguien viviente, libre, inmanipulable, pero cercano, íntimo...
- Antes creías que la espiritualidad consistía en un "mundo aparte",
sublime, para especialistas. Ahora vas descubriendo que el Espíritu
actúa, lo recrea todo, desde la vida ordinaria y tus actitudes.


- Valoro más lo cotidiano (familia, trabajo, relaciones...). No que me
satisfaga más. Estoy aprendiendo a vivir a fondo.
¿Tampoco los signos anteriores los sientes como tuyos? Entonces, ¿qué pasa ? ¿Que algo te bloquea, aunque pones esfuerzo y trabajas el proceso de personalización? ¿Que no te implicas? ¿Necesitas hablar con alguien?

2. Por encima de todo, el Reino está donde está Jesús.

Jesús se manifiesta, principalmente, de dos modos:
a.
Haciéndose presente en nuestras vidas como fuente de nuestro ser y actuar.
Lee y ora con Jn 7.
Deja que el texto exprese y despierte en ti el misterio de la persona de Jesús que atraviesa la existencia de todo creyente.

b. En el rostro del hombre, especialmente del que sufre.
Lee y ora con Mt 25, 31-46.

Hay quienes primero descubren a Jesús en persona, y desde él, al prójimo, imagen de Dios vivo. Otros descubren el misterio del hombre, y a través de él, se encuentran con Jesús. Los caminos son múltiples. Lo definitivo es amar.
El Reino está donde se da el amor.

3. Ilumina tu oración con las siguientes lecturas:

*
Christifideles laici (de Juan Pablo II)
Nº41 La caridad, alma y apoyo de la solidaridad http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_30121988_christifideles-laici_sp.html

* Novo Millennio Ineunte (de Juan Pablo II)
Nº49 Apostar por la caridad
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_letters/documents/hf_jp-ii_apl_20010106_novo-millennio-ineunte_sp.html

CON OJOS JANERIANOS!!!
Madre Ana María Janer, servidora de la CARIDAD
En Ana María Janer el amor personal al Verbo encarnado se transforma en fuente inagotable de caridad hacia el prójimo. La caridad es el centro de su proyecto de vida y la nota dominante de toda su actuación. Porque del ejercicio mismo de esta caridad dimana su modo de estar unida al Señor y su peculiar manera de dejarse configurar por Él. Sin esfuerzo aparente y como dinamizada por el amor a su ,Señor, Ana María vive en perfecta unidad y armonía, por obra del Espíritu, el único y doble mandamiento del amor a Dios y al prójimo . El Espíritu abre su corazón y todas sus capacidades humanas a la vida misma de Dios. La nota distintiva del verdadero amor, tanto desde el punto de vista antropológico como teológico, la constituye el fenómeno de la expropiación: el éxodo de quien sale de sí mismo y se vacía para pertenecer a otra persona, hasta el punto de que el bien ajeno se convierte en el bien propio. Este dato antropológico fundamental coincide con la forma revelada del amor en el misterio de la encarnación. Así lo vivió Ana María.

CEM 2.3

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