17 de noviembre de 2009

Ficha 16: Fe inicial y Fe adulta

"Señor, aumenta nuestra fe"

1. Vendría bien, según vamos terminando este ciclo, mirar retrospectivamente el proceso vivido y distinguir las fases más significativas:

a) El paso de una fe "sociológica" a una fe personalizada, pero inicial.

Algunas pistas de discernimiento:
-La fe sociológica consiste en una mera asimilación pasiva de creencias aceptadas en el contexto social en que uno vive. La fe personalizada implica un cuestionamiento personal y el intento de comprometerse vitalmente en un proceso.
-Aquélla se almienta de esquemas preestablecidos. Ésta exige una síntesis propia, que pasa por el espíritu crítico.
-Aquélla se da de una vez por todas, no desencadena cambios. Ésta es dinámica y produce cambios de la persona a todos los niveles, interiores y de conducta.

b)El paso de una fe inicial a una fe fundamentada.
En aquélla la persona se alimenta de su búsqueda. En ésta siente que ha sido encontrada.
-Aquélla depende de sistemas de seguridad (autojustificación, control de la vida espiritual, eficacia en el compromiso por los demás...). Ésta ha descubierto la gratuidad del amor de Dios y se ha liberado de la ansiedad de poseer obras, méritos, metas...
-Aquélla se debate entre extremos: por un lado, crecer en autonomía humana; por otro, abandonarse en las manos de Dios. Ésta ha hecho la síntesis de contrarios: mi libertad consiste en hacer la voluntad de Dios.

c) El paso de una fe fundamentada a una fe adulta.
-Aquélla todavía proyecta desde el deseo de autoplenitud, de perfección espiritual, de experiencia sentida , de transformación comprobada del mundo. Ésta se encuentra pacificada desde la desapropiación. La esperanza se nutre del cada-día, en humilde abandono.
-Aquélla ama generosa, pero interesadamente. Ésta nace en el corazón de Dios, más allá de la gratificación o de la eficacia. Aquélla tiene miedo al sufrimiento. Ésta ha encontrado su tesoro oculto.

2. Leer y orar con Jn 13, 36-38; 16,16-24; 21, 15-19

La figura de Pedro nos retrata a todos. El evangelista Juan insiste en la necesidad que tiene el discípulo de pasar de una inteligencia demasiado "humana" (aunque tenga el brillo de la generosidad engañosa de Pedro de morir or el Maestro) a la verdadera inteligencia de la fe en Jesús, que exige pasar por la muerte y resurrección de Jesús.
Dicho claramente: Nadie puede seguir a Jesús. Éste ha de quedarse solo, asumiendo el pecado del mundo, la traición y abandono de sus discípulos. Él mismo, Jesús, ha de crear la respuesta del discípulo a partir de su muerte y resurrección. La fe pascual, por ello, está representada por Pedro: nace de la nada, de su pecado, como don del Resucitado.
Ése es el contraste entre la arrogancia de Pedro la víspera de la Pasión ye l diálogo que sigue a la pesca milagrosa, tan humilde. Sin duda, es uno de los signos más claros de la fe adulta: la que no se apoya en sí, sino en el amor fiel del Señor.

De ahí la paradoja característica de la antropología cristiana: que el máximo de adultez se da en el máximo de infancia.
-Pero no se trata de la infancia primaria, de quien no quiere ser responsable de sus actos, sino de la infancia reconquistada, que supone descubrir como fuente de la propia responsabilidad la soberanía de la Gracia.
-Ni de la infancia que busca protegerse en Dios, porque no acepta los conflictos de la realidad, sino de la simplicidad del corazón, que ha aprendido a asumir la vida desde la confianza incondicional en Dios.
-Ni de la infancia que sueña fantasías, sino de la lucidez de la esperanza cristiana, que da sentido a todo, a la finitud, al fracaso y al pecado mismo, porque somos hijos de Dios y estamos en buenas manos, nuestro Padre omnipotente y salvador.
3. Terminar orando:

-A la luz del Salmo 131 (130) o de Mt 6, 25-34.
-Expresar el deseo más íntimo que tiene cada uno de esta vida de fe adulta. Dar gracias, desde la conciencia agradecida de que el don de Dios es siempre más grande de lo que nosotros experimentamos.

4. Iluminá tu reflexión con las siguientes lecturas:

* Christifideles laici Nº57 Madurar continuamente. Nº58 Descubrir y vivir la propia vocación y misión
CON OJOS JANERIANOS:
Los laicos, viviendo en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social, a modo de fermento, dan testimonio de que la transformación del mundo es posible. De aquí surge la necesidad de integrar a los laicos en nuestra acción pastoral. Las hermanas, para quienes la Sagrada Familia es modelo de vida y fuente de espiritualidad, trabajan para que también los laicos encuentren en la Sagrada Familia la inspiración y estímulo a fin de hacer presente y operante el Evangelio en las circunstancias en que, sólo a través de ellos, puede llegar. (Líneas generales de nuestra acción apostólica, documento congregacional).

19 de agosto de 2009

Ficha 15: La IGLESIA casa de COMUNIÓN

1. La Iglesia es el ámbito donde crece y madura la fe.

Te invito a mirar tu historia de creyente y distinguir las etapas o fases:
-¿cómo ha ido cambiando tu modo de sentir a la Iglesia?
-¿cuándo te sentiste o te sentis Iglesia? Concretá en qué momentos y cómo.

2. Lee y rezá con Hechos 1-2

-Mira por encima de lo anecdótico-milagroso el acontecimiento salvador que realiza el Espíritu Santo, al suscitar una comunidad de hombres convocados por la Palabra y que, bautizados en la muerte y resurrección de Jesús, realiza el proyecto de Dios en la nueva humanidad.
-Evidentemente, Lucas traza una imagen ideal de la Iglesia, que no existió entonces ni existe ahora. ¿Deja por eso de existir esa comunidad, Pueblo de Dios de los últimos tiempos, que, en medio de la historia, es signo del señorío de Jesús Resucitado y de la fuerza victoriosa de su Espíritu?
-¿Qué aspectos te han llamado más la atención en esos capítulos?

3. Escribe en una hoja dónde percibís que, efectivamente, la Iglesia es signo del Reino de Dios en la historia, y que, precisamente como signo, no es algo que se impone: exige más bien OJOS DE FE.

4. Pregunta crucial: ¿Qué serías tú sin Iglesia?

No es una pregunta genérica. Imaginate que no hubieses conocido a Jesús ni su Evangelio...

5. Después de tantas preguntas, rezá con la Iglesia. Hay muchos modos de hacerlo. El principal: la Eucaristía. Otro, que el cristiano va descubriendo poco a poco: es el Credo. Es el símbolo de nuestra fe, la expresión de nuestra identidad.

Somos la IGLESIA que:

*CREE en Dios Padre, creador de todas las cosas;

*CELEBRA la historia de la Salvación realizada en Cristo muerto y resucitado; que ha recibido la vida del Espíritu para inaugurar en el mundo, entre luces y sombras, el proyecto de Dios sobre el hombre; que nos unimos por la misma fe, el mismo bautismo, la misma esperanza; que hemos conocido el maor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amor fiel, que quiere manifestarse a través de nosotros, construyendo un mundo nuevo, anticipo del futuro.

6. Interioriza y profundiza este tema con las siguientes lecturas que te ayudarán a comprender qué es la Iglesia:

*Christifideles laici (de Juan Pablo II)
Nº 18-19 El misterio de la Iglesia-Comunión. El Concilio y la eclesiología de la comunión.

*Novo Millennio Ineunte (de Juan Pablo II)
Nº 43 Espiritualidad de Comunión.

CON OJOS JANERIANOS!!!

Movidos por este espíritu, nos sentimos llamados a vivir, a semejanza de la Sagrada Familia, el amor trinitario, constituido por la diferencia personal y la unidad de un único y mismo Ser.
Del misterio de la Sagrada Familia, como lugar teológico donde el Verbo de Dios "se hizo carne y puso su morada entre nosotros", donde se manifestó la comunión del amor trinitario, recibimos el sentido de pertenencia y el estilo particular de comunidad y de misión que nos identifica y nos distingue.
Cf. CEM 2.4

18 de julio de 2009

Ficha 14: Siii Jesús está Resucitado!

¡JESÚS VIVE, RESUCITO!

1. Ésta es la Buena Noticia:

- que da sentido al sin sentido;
- que ha inaugurado el Reino de Dios;
- que demuestra que Dios está definitivamente a favor del hombre;
- que nada está perdido y todo será recobrado;
- que Dios mismo se entrega para ser vida eterna del hombre.

Dicho así, ¿no volvemos a hacer de la fe una ilusión?
Sin embargo, la fe en la Resurrección trasciende de tal modo lo que nosotros podemos comprobar humanamente (la victoria de la libertad sobre la esclavitud, de la solidaridad sobre el egoísmo, de la vida sobre la muerte) que es un auténtico comienzo nuevo radical: o creer o no creer.

Evidentemente, no se trata de creer en el hecho sin más, como si uno tuviese que creer en los extraterrestres o que en el cementerio han comenzado a levantarse los cadáveres de los sepulcros. Se trata de la fe que da vida al corazón, es decir, desde la que cambia radicalmente el sentido de la vida. En efecto, si Jesús ha resucitado, la muerte ha sido vencida, y lo que Él decía es verdad, y el proyecto de Dios que Él inició está en marcha...

La resurrección significa que Jesús vive (Lázaro revivió para volver a morir) y, por lo tanto, que Él tiene la última palabra, que puedo confiar absolutamente en Él, que puedo encontrarme con Él personalmente.

¿Crees o no crees que Jesús de Nazaret, el que anduvo por Palestina a comienzos de nuestra era, el que murió bajo Poncio Pilato, vive?

No se trata de imaginar cómo vive, sino de abrir los ojos de tu corazón (la fe, no la imaginación) a Su presencia. Aunque te parezca que dudas, que tu fe es pobre, que no sientes nada especial, dile: ¡MI SEÑOR!

"Nadie puede decir 'Jesús es Señor sino bajo la acción del Espíritu Santo" (1 Cor 12).

2. Ahora es cuando puedes leer 1 Cor 15, reflexionando sobre este texto, que te ayudará a situar tu fe en la Resurrección.
- Por un lado, la insistencia de Pablo en el acontecimiento real de la Resurrección. Por otro, en sus consecuencias existenciales.
- Cómo se trata, simultáneamente, del testimonio de la Iglesia, apoyado en las apariciones a los discípulos, y por otro, en la experiencia personal de la fe en Jesús, sin necesidad de apariciones.
- Cómo la Resurrección significa el cumplimiento del AT y el comienzo del mundo nuevo, mientras esperamos el futuro último, la vuelta del Resucitado al final de la historia. Ahí se sitúa la experiencia y la misión del cristiano.

3. Termina orando con Lc 24.

Deja para otro momento las cuestiones racionales que te suscitan los relatos de apariciones. Procura captar su sentido profundo.

Detente especialmente en el relato de la aparición camino de Emaús.
Algunas pistas:
- También para los discípulos fue un sin sentido haber puesto tanta esperanza en el libertador Jesús y encontrarse con su fracaso.
- ¿Tienes alguna experiencia de sufrimiento en que, al cabo de cierto tiempo, has comprobado lo "necesario" que era?

- Quizá te sientas identificado con ese camino que recorren los peregrinos, iluminados por la Sagrada Escritura; cómo, sin ellos darse cuenta, todo adquiere una nueva luz; cómo se nota el cambio del corazón... ¿No es algo de esto el proceso de maduración en la fe que estás haciendo?

Hay muchos modos de encuentro personal con Jesús: acoger al que va de paso, compartir, celebrar la Eucaristía (la fracción del pan, en todas sus formas)... ¿Recuerdas alguna experiencia especial de presencia de Jesús en tu vida?

4. Ilumina este tema con las siguientes lecturas:

CON OJOS JANERIANOS:

* PUEDES MIRAR CÓMO ANA MARIA JANER VIVIO LA PASCUA DE JESÚS EN LOS MOMENTOS FINALES DE SU VIDA. Lee y contempla el capítulo 15 de Humanísima.

* El significado de la redención y del hombre nuevo que de ella emerge, han de ser comprendidos desde la óptica del amor, que penetra y da sentido a todo el misterio pascual de Jesús, el Señor. Dios nos redime y salva asumiendo nuestro pecado y entregándonos su ser. De esta forma aparece en la historia una figura nueva: la del amor que se vacía o autoexpropia .
Nuestra misión específica pretende poner de manifiesto, por el ejercicio de la caridad, que Dios está presente y cercano al hombre, que es fidelidad en cualquier situación en que el ser humano se encuentre, para que éste sepa que Dios ha entrado en comunión solidaria con Él.
En síntesis, nuestra misión quiere hacer presente y creíble la cercanía de Dios entre los hombres, por el ejercicio de la caridad, como un servicio gratuito, acogedor y sin distinciones, siguiendo la ley interna del amor manifestado por Cristo en el Espíritu.

Cf. CEM 4.1, 4.2

27 de junio de 2009

Ficha 13: Lectura de la PASION

Es famosa la frase que dice que los Evangelios son unas largas introducciones a los relatos de la Pasión y Resurrección. En efecto, la fe cristiana se resume en lo que aconteció en Jerusalén: que Jesús fue juzgado, condenado a muerte, crucificado y sepultado, y que al tercer día resucitó. Sin embargo, no se trata de creer en los hechos desnudos, sino en lo que esos hechos revelaron y siguen revelando: la llegada del Reino. Dicho de otra manera, que en lo acontecido entonces se ha realizado para siempre la Salvación, de tal modo que hoy me atañe directa y personalmente a mí y a todos los hombres. Por eso releemos y meditamos y celebramos permanentemente en la comunidad cristiana dichos acontecimientos.

1. Lee y medita Lc 22-23.
Algunas pistas...:

— Es probable que esta lectura la hayas hecho otras veces ¿ Te ha parecido nueva la lectura que acabas de hacer? ¿En qué?
- Pablo resume la Pasión de Jesús y su experiencia en esta frase: "Me amó y se entregó por mí" (Gal 2). ¿Qué te dice a ti esta frase?

- ¿Hay algún personaje con el que te sientes especialmente identificado? ¿Por qué?

2. Vuelve a leer Lc 22-23

- Cada escena tiene su unidad y contiene su propio mensaje.
- No se trata de "darle a la cabeza", descifrando el mensaje, sino de dejar que la escena sea percibida en su densidad humana y divina. Es entonces cuando resulta actual.
Por ejemplo: Que Jesús calle ante Heredes no es sólo una anécdota; manifiesta ¡tantas cosas!...

- Exige, pues, un clima orante.
- Al final de toda la lectura, deja que broten de dentro esos sentimientos básicos que muestran el significado real que tiene para ti la pasión y muerte de Jesús: agradecimiento, arrepentimiento, confianza, súplica...

3. Complemento casi necesario:
- Salmo 22 (21).
- Is53.

4. ¿No tienes ahora la sensación de vértigo, de que Dios debe estar loco por nosotros al haber llegado hasta ahí?
Ora con Jn 13. Sin duda, después de este recorrido, tendrá resonancias especiales.

5. Ilumina estos momentos de oración con las siguientes lecturas:




CON OJOS JANERIANOS!!!

* Los janerianos podemos mirar a Ana María Janer en momentos de su vid en que se asoció especialmente a la CRUZ de Jesús... Ella puede enseñarnos!

Lee los capítulos 12 y 13 de Humanísima.
El amor estable, paciente, fiel y misericordioso, lleva a Ana María a hacerse cargo de las debilidades humanas y a soportar las contrariedades de la vida, con tal de conducir a sus hermanos al Señor. "Amen los desprecios, sin buscarlos ni pretenderlos, sino tomándolos del modo que vengan, por amor a Jesús".
Es la madurez de un amor que, habiendo pasado por innumerables pruebas, ha recibido del Espíritu el don de la magnanimidad.

CEM 2.3.4

25 de mayo de 2009

Ficha 12: El amor al hermano!

Este tema nos introduce en el núcleo mismo del Evangelio y de nuestro carisma. No sólo es revelación e iluminación del sentido de la vida humana, sino transformación y vida.

1. Leer y orar con Lc 10

Este capítulo expresa: el hombre que cree en el Evangelio vive saliendo de sí mismo.

- Si es enviado a anunciar explícitamente la buena noticia del Reino.
- O si su vida consiste en las tareas más ordinarias y anónimas.

El prójimo siempre está ahí.

Es importante advertir el carácter realista que Jesús da al amor: Anda y haz tú lo mismo. Es como si no se fiase de nuestra manía por tener que dar razones para todo y nuestra tendencia a refugiamos en la teoría o en los buenos deseos para sentimos justificados.

2. ¿Por qué decimos que quien está personalizando el Evangelio va haciendo consistir su vida en salir de sí?

- Comienza por distinguir el amor al prójimo como ley y el amor al prójimo como vida. Aquél se impone desde fuera, y aunque sea realizado con responsabilidad, sólo suscita un orden de conducta, no nos hace "buenos" por dentro.
- El Evangelio es real si toma al hombre entero, y en la medida que da un sentido a su vida, le hace experimentar la salvación y desencadena un proceso de liberación, cambia la actitud radical hacia el otro, que comienza a ser persona, a tener rostro, a ser alguien para mí, a ser un tú viviente, que goza y sufre, tiene necesidades y al que necesito...

El Evangelio es real cuando la fe no se alimenta de fantasías ni disocia lo espiritual y lo material, lo divino y el mundo en que vivimos, la oración y la acción, sino que todo va unificándose por dentro, precisamente, en el amor, porque la calidad de la vida consiste en dar calidad a todo lo real. Cada vez vives menos de proyectos ideales, de objetos imaginarios, y te parece más importante lo que tienes entre manos, mejor dicho, las personas concretas con quienes convives o que te salen, inesperadamente, al paso, especialmente, esas que el Evangelio va descubriéndonos como las preferidas de Dios.

Salir de sí es el movimiento íntimo de Dios al enviamos a su Hijo; es el estilo de Jesús, abierto al Padre y entregado a los hombres; la fuerza del Espíritu Santo, que nos libera de nuestro egocentrismo. Lo cual se realiza cuando nos encontramos (como el samaritano) con alguien que está en la cuneta y, sin más, salimos de nosotros mismos y subordinamos nuestros intereses a los del otro.

3. Con el amor al prójimo ocurre como con todas las cosas importantes de la vida: si vamos cambiando por dentro será el primer sentimiento que aflore; pero será lo último que aprendamos a realizar. ¡Hasta que amemos como el Padre con medida generosa, rebosante! (cf. Lc 6, 35-38).

Concretemos nuestra reflexión:
- ¿Quién es tu prójimo en este momento, a la luz de la parábola del samaritano?
- Valora, agradece, alégrate de este cambio de tu corazón, que va aprendiendo a no juzgar, a ver a las personas como algo muy valioso, a ser bueno con los que te cargan, a ser cariñoso con los que te molestan, a compartir tiempo y bienes materiales, culturales y espirituales...

- ¿Puedes discernir cómo está produciéndose en ti esta sabiduría del salir de ti mismo, que ya no sientes como una obligación, sino como sentido de tu vida y fuente de libertad?

4. Ilumina tu oración y discernimiento con las siguientes lecturas:

* Salvífici Doloris (de Juan Pablo II) EL BUEN SAMARITANO
Nº 28-30
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_letters/documents/hf_jp-ii_apl_11021984_salvifici-doloris_sp.html

Con ojos JANERIANOS:
Es notoria en Ana María Janer, su capacidad para salir de sí misma e ir al encuentro del prójimo necesitado. "Yo recojo a todos los que tienen necesidad y están heridos”. Asume la situación ajena como propia, hasta el punto de identificarse con ella y de descubrir allí la presencia de Jesucristo. De esta forma, vive en plenitud aquello que el mismo Señor nos dice acerca de¡ juicio último sobre el amor.

CEM 2.3.2

15 de marzo de 2009

Ficha 11: Seguir a JESÚS!!!

1. Continuando con el tema anterior, la maduración de la fe se centra en descubrir y aceptar al Mesías tal como Dios lo revela, fijando nuestra mirada en Jesús.
Para ello, puede ayudarte dos momentos de oración con dos textos:

- Mc 8, 31-9,1

Jesús habla claramente de su destino: la Cruz.
En Pedro nos sentimos perfectamente reflejados.
La reacción de Jesús, enfrentándose con Pedro, nace de la hondura de su obediencia al Padre y de su sufrimiento ante la incomprensión de los suyos.
Soledad de Jesús, cada vez más total.
Todo creyente está llamado a perder la vida por ganarla.

- Lc 9, 28-36

Jesús subió a orar. Había fracasado su intento de traer el Reino mediante la liberación del amor. Necesita aclararse.
Una vez más, como siempre, dijo sí al Padre, que le hacía entrever la culminación de su misión en la muerte. Entonces se reveló su gloria, ¡cómo pertenecía Él al Padre!
Un Mesías crucificado parece la gran ruptura con todo lo soñado. Pero Moisés y Elías lo confirman; el AT entero está atravesado por la ley de salvación mediante el sufrimiento.

(Se puede leer, como complemento, Heb 11-12).

Pedro insiste en sus sueños mesiánicos... Nuestro pobre corazón humano cargado de sueño, torpe, hambriento de felicidad, seducido por el brillo superficial de las cosas...
Un día seremos introducidos en la nube y escucharemos la voz del Padre que da testimonio del amor de su Hijo hasta la muerte.

Pidamos al Espíritu Santo oídos para oír la voz del Padre y ojos para ver la gloria del Reino en este camino de rebajamiento.

2. El mejor modo de trabajar este tema no es hacer el análisis de nuestros miedos o de nuestros impulsos. Es probable que aparezcan los sentimientos contrarios: de echarnos para atrás ante semejante panorama o de desear imitar a Jesús, compartir con Él su amor generoso y despojado de todo.
Lo mejor es vivenciar todo aquello, aunque sea pobre y pequeño, que nos ayude a identificarnos con Jesús:

- Qué realidades estamos viviendo ahora mismo, de las que tendemos a
huir, pero que sabemos que nos obligan a salir de nosotros mismos, y por intuición, que nos ayudarán a crecer.
- Recordar alguna herida a la que no terminamos de dar sentido. Pedir el Espíritu Santo para que, mirando la Cruz, comencemos a "comprender".
- ¿Por qué no intentas asimilar las actitudes de Jesús en esa situación concreta que te molesta? ¿Qué haría Jesús en tu lugar?
- Cuando el amor comienza a ser evangélicamente libre, suele comenzar a sentir una serie de preferencias, que por sí mismas chocan con nuestro modo natural, por ejemplo, preferir callar a excusarse, preferir tener en cuenta a los ancianos y enfermos, o a las personas de convivencia difícil, preferir compartir lo que se tiene, preferir dar a recibir...

3. Ésta es la única pregunta de discernimiento que se pide en este momento: ¿Conoces la alegría de dar sin recibir, de amar ocultamente, de sacrificarte por los demás, de preferir la fe oscura a la fe sensiblemente gratificada?

No hace falta pensar en cosas heroicas y extraordinarias, sino de la vida ordinaria, por ejemplo, la satisfacción íntima de perder el tiempo escuchando problemas ajenos. Piensa también en el sentido de tu misión de animador janeriano.

4. Ilumina esta oración y este momento del proceso con las siguientes lecturas:

* Novo Millennio Ineunte (de Juan Pablo II) Nº25-26 Rostro doliente http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_letters/documents/hf_jp-ii_apl_20010106_novo-millennio-ineunte_sp.html



* Documento de Aparecida, capítulo 4 (Nº 140)
"Identificarse con Jesucristo es también compartir su destino: "Donde yo esté estará también el que me sirve" (Jn 12,26). El cristiano corre la misma suerte del Señor, incluso hasta la cruz... Nos alienta el testimonio de tantos misioneros y mártires de ayer y de hoy en nuestros pueblos que han llegado a compartir la cruz de Cristo hasta la entrega de su vida."


CON OJOS JANERIANOS:


Ana María tiene una experiencia peculiar de la caridad divina, contemplada en la persona de Cristo: el amor que, al despojarse de sí mismo, redime y salva al hombre dejando en él la impronta de su mismo Ser. Porque el Hijo del hombre "no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos". CEM 1.3

1 de marzo de 2009

Ficha 10: ¿Dónde está el Reino?

El Reino es lo más grande, "lo que el ojo no vio, lo que el oído no oyó, ni el corazón del hombre puede soñar" (1 Cor 2); pero el Reino está ahí "para quien tiene ojos para ver", pues no viene a lo grande, en poder y gloria, desde fuera. Está entre nosotros (Lc 17, 20-21).

1. Algunas pistas...

- A la luz de la persona y el estilo mesiánico de Jesús, ¿está cambiando tu modo de percibir la presencia y acción de Dios en tu vida, en lo que te rodea, en ti mismo?
- Concreta esto, señala signos del Reino.
- ¿Te ves distinto por dentro, aunque los demás te juzguen con los esquemas de siempre? ¿Otro talante de ser persona?
- ¿Menos ansioso, con menos prisa, con mejor aceptación de ti mismo?
- ¿Integras mejor libertad y fe, autorrealización humana y disponibilidad para con Dios, integración de necesidades personales y solidaridad con el prójimo?


- Lees tu historia de un modo global y unitario, y hasta lo más oscuro comienza a tener sentido.

- ¡Cuánto ha cambiado tu relación con Dios! Antes era algo impersonal o que dependía de tu estado de ánimo. Ahora es Alguien viviente, libre, inmanipulable, pero cercano, íntimo...
- Antes creías que la espiritualidad consistía en un "mundo aparte",
sublime, para especialistas. Ahora vas descubriendo que el Espíritu
actúa, lo recrea todo, desde la vida ordinaria y tus actitudes.


- Valoro más lo cotidiano (familia, trabajo, relaciones...). No que me
satisfaga más. Estoy aprendiendo a vivir a fondo.
¿Tampoco los signos anteriores los sientes como tuyos? Entonces, ¿qué pasa ? ¿Que algo te bloquea, aunque pones esfuerzo y trabajas el proceso de personalización? ¿Que no te implicas? ¿Necesitas hablar con alguien?

2. Por encima de todo, el Reino está donde está Jesús.

Jesús se manifiesta, principalmente, de dos modos:
a.
Haciéndose presente en nuestras vidas como fuente de nuestro ser y actuar.
Lee y ora con Jn 7.
Deja que el texto exprese y despierte en ti el misterio de la persona de Jesús que atraviesa la existencia de todo creyente.

b. En el rostro del hombre, especialmente del que sufre.
Lee y ora con Mt 25, 31-46.

Hay quienes primero descubren a Jesús en persona, y desde él, al prójimo, imagen de Dios vivo. Otros descubren el misterio del hombre, y a través de él, se encuentran con Jesús. Los caminos son múltiples. Lo definitivo es amar.
El Reino está donde se da el amor.

3. Ilumina tu oración con las siguientes lecturas:

*
Christifideles laici (de Juan Pablo II)
Nº41 La caridad, alma y apoyo de la solidaridad http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_30121988_christifideles-laici_sp.html

* Novo Millennio Ineunte (de Juan Pablo II)
Nº49 Apostar por la caridad
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_letters/documents/hf_jp-ii_apl_20010106_novo-millennio-ineunte_sp.html

CON OJOS JANERIANOS!!!
Madre Ana María Janer, servidora de la CARIDAD
En Ana María Janer el amor personal al Verbo encarnado se transforma en fuente inagotable de caridad hacia el prójimo. La caridad es el centro de su proyecto de vida y la nota dominante de toda su actuación. Porque del ejercicio mismo de esta caridad dimana su modo de estar unida al Señor y su peculiar manera de dejarse configurar por Él. Sin esfuerzo aparente y como dinamizada por el amor a su ,Señor, Ana María vive en perfecta unidad y armonía, por obra del Espíritu, el único y doble mandamiento del amor a Dios y al prójimo . El Espíritu abre su corazón y todas sus capacidades humanas a la vida misma de Dios. La nota distintiva del verdadero amor, tanto desde el punto de vista antropológico como teológico, la constituye el fenómeno de la expropiación: el éxodo de quien sale de sí mismo y se vacía para pertenecer a otra persona, hasta el punto de que el bien ajeno se convierte en el bien propio. Este dato antropológico fundamental coincide con la forma revelada del amor en el misterio de la encarnación. Así lo vivió Ana María.

CEM 2.3

10 de febrero de 2009

Ficha 9: ¿Se puede vivir el EVANGELIO en el MUNDO?

1. Los temas de las fichas anteriores se situaban en la persona, en su proceso de transformación. Ésta confronta el Evangelio con el contexto externo, laboral y social.

¿Por qué será que la reacción primaria, cuando se lee el Evangelio, es de distanciamiento de la realidad que nos rodea? Sin embargo, Jesús no fue un hombre aislado de la sociedad, ni pertenecía a un grupo selecto. Todo su lenguaje está marcado por la vida ordinaria de la gente: trabajo, comercio, relaciones familiares...

— ¿Será que vivimos en una sociedad más adversa a la fe que la que Jesús encontró en su época ? No parece, si atendemos a los conflictos que Jesús padeció.
— ¿Será que entrevemos los conflictos, y entonces pensamos que, para vivir el Evangelio, hay que separarse del contexto y crear grupos especializados?
— ¿Será que no sabemos articular la radicalidad del proyecto de vida de Jesús con las condiciones concretas que lo posibilitan sin hacer un mundo aparte?

2. Leyendo el Evangelio, parece que Jesús suscitó dos tipos de discípulos: los que se unían a él en su estilo de vida (predicación itinerante) y los que vivían en sus casas, como cualquier otro judío de su época (por ejemplo, sus amigos de Betania). La Iglesia primitiva también institucionalizó la misión de fundadores de iglesias o de predicadores itinerantes; pero las cartas apostólicas están dirigidas a los miembros comunes de las comunidades cristianas, que viven en Tesalónica o en Corinto.

Lee, por ejemplo, la carta a los Colosenses.

- ¿Tienes la sensación de que es posible vivir la vida cristiana en el mundo?
- Da nombre a las principales dificultades, en qué temas te parece poco menos que imposible aplicar los principios cristianos a la vida. ¿Por qué esos temas precisamente, y no otros?
- ¿No van surgiendo en ti nuevas maneras de ver la realidad desde el Evangelio?

3. Las parábolas de Jesús explican cómo actúa el Reino en la Historia y
usan imágenes dinámicas:

- Que es como levadura en la masa. Así que no se trata de esperar a que
cambien las cosas ni de vivir en el mundo estando aparte.
- Que trigo y cizaña van juntos y hay que respetar que sea así. De modo que no se trata de crear “formas puras", sino de asumir la ambivalencia de nuestra presencia en el mundo.

Lee y ora con Mt 13, 23-24.

4. Pero también dice que el Reino crece misteriosamente, cuando al sembrador le parece que no se mueve.

Lee y ora con Mc 4, 26-29.

Lo cual quiere decir que quizá, en el razonamiento sobre la viabilidad o no del Evangelio, estamos manifestando que no terminamos de creer en su fuerza liberadora para nosotros y para el mundo.
No es momento para perdemos en preguntas, sino para ponerlo en marcha, para llevarlo a la práctica. ¿Cómo?

5. Ilumina tu oración con el siguiente texto:
* Christifideles laici (de Juan Pablo II)

Nº17 Santificarse en el mundo

Nº42 Todos destinatarios y protagonistas de la política


CON OJOS JANERIANOS !!!

"La caridad hecha servicio y el sentido de encarnación en las realidades humanas son la expresión concreta de la experiencia fundante de Ana María: la experiencia de la encarnación del Verbo.
La participación en la misión de la Iglesia la realizamos desde nuestra propia identidad."

CEM 4

27 de enero de 2009

Ficha 8: Nuestras dificultades para el cambio

Esta ficha aborda el nivel existencial y espiritual de la persona, lo que San Pablo llamaría la lucha entre carne y espíritu.

1. Lee y ora con Gal 5

- Hay épocas en que nos adherimos al ideal cristiano de vida, incluso despertándose en nosotros la fuerza de la fe; pero luego experimentamos dificultades inesperadas o sentimos el vértigo de lo desconocido, y volvemos a hacer nuestra "vida de seguridad", acomodada.
- A veces este estancamiento viene influenciado por causas externas,
por ejemplo, amigos cristianos que, con buena voluntad, no han querido complicarse la vida o que no entienden "por dentro" el Evangelio.

- Vivir teologalmente presupone la experiencia fundante de quien antes justificaba su vida con su esfuerzo y su cumplimiento y su compromiso, y ha descubierto con gozo que es Dios el que nos justifica gratuitamente en Cristo Jesús.

-La clave de este texto es espiritual, es decir, nos ayuda a discernir la dinámica interior, el principio que anima nuestra conducta. Cabe ser intachable estando movido "por la carne". Cabe tomar en serio el Evangelio "carnalmente", no desde el espíritu de Jesús, sino de nuestro espíritu, incluso con la mejor buena voluntad.
Se nota a la larga, por los frutos de transformación interior.

2. Por eso, es necesario discernir dos niveles:

a) El nivel en que se contrapone el egoísmo al amor, es decir, si estamos dispuestos a luchar contra nuestras tendencias a ser insolidarios o violentos o ambiciosos o lujuriosos... Discernimiento relativamente fácil para los que estamos haciendo este camino, ya que sería un contrasentido leer y orar con el Evangelio, buscando el éxito machacando a los demás o acumulando riquezas.

b) El nivel sutil en que lo carnal está entremezclado con lo espiritual. Por ejemplo, cuando Jesús me atrae a cumplir sus palabras, como dinámica de entrega incondicional, siento dos movimientos interiores contrarios:
por un lado, deseo de entrega; por otro, miedo, duda, desazón... Este nivel es el más importante en el proceso de personalización, ya que sitúa la percepción del Evangelio en el corazón de la persona: que personalizar el Evangelio no consiste en estar convencido racionalmente de su valor y vigencia o desearlo como un ideal, sino en una dinámica interior que transforma la persona entera. Jesús lo ha dicho: Mis palabras son espíritu y vida (Jn 6, 63).

3. Pide el Espíritu Santo y ora con astas preguntas:

— ¿ Vas notando que el Evangelio te está pasando al corazón, y que aparecen esos sentimientos contrarios?
Escribe en un papel lo que sueles sentir; en una columna lo que te empuja al sí; y en otra, lo que se te resiste por dentro. ¿Aparecen algunos textos o temas en particular? ¿Qué te dicen de ti mismo y de tu vida esos sentimientos contrarios?
— Si te miras sinceramente cara a cara con Dios, ¿cuál es tu pecado radical, tu principal resistencia al Evangelio ?
— Lo que acabas de formular ¿supone deseo de discernimiento del corazón o refleja, más bien, tu propio perfeccionismo ? ¿Puedes dejarlo en manos del Señor, “que sabe todas las cosas”?

4. Ilumina tu oración con las siguientes lecturas:

* Christifideles laici (de Juan Pablo II) Nº 7
Jesucristo, la esperanza de la humanidad
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_30121988_christifideles-laici_sp.html

CON OJOS JANERIANOS

En Ana María el amor se expresa como abandono confiado en manos de la Providencia y de la voluntad divina. "Dejen hacer a Dios que sabe todas las cosas". Este paso fluido y natural de las realidades terrenas al misterio infinito de¡ Padre, en cuyas manos halla el consuelo de una seguridad providente, imprime a su caridad sentido de trascendencia. Por eso, en la realidad objetiva y palpable de las necesidades ajenas, hace patente la cercanía del reino de Dios .
CEM 2.3.5

3 de enero de 2009

Ficha 7: ¿Por qué algunos son elegidos?

1.Esta vez comienza por el texto: Le 8, 1-21.
Anota las frases que te chocan, por ejemplo: 8, 9-10.18.
Normalmente, suelen chocar porque nos da la impresión de que Dios es arbitrario, que elige a quien quiere, y lo que todavía es peor, parece que a algunos los condena de antemano a que "no vean ni entiendan" el Reino.

Elección es una de esas palabras-clave que atraviesa toda la Biblia y, sin embargo, más dificultades de aceptación encuentra. ¿Por qué?

2. Algunas pistas...

- ¿Por qué necesitamos que Dios sea neutral? Si lo pensamos como juez en un tribunal, no podemos aceptar que tenga preferencias. Pero ¿es que la relación con Dios se basa en una relación neutral? ¿No es a la inversa, que Dios es el amor rechazado, respecto al cual no tenemos ningún derecho?
- Recuerda en tu vida experiencias de amor, que suponen una elección y, sin embargo, no te parecen injusticia: amistad, amor de pareja, hijos...
- Se supone que Dios es Padre y ama a todos por igual; pero que elija a Israel, "el más pequeño de los pueblos" (cf. Dt 7, 7-8), que elija a María en su humillación (cf. Lc 2, 48), que elija a Pedro y Andrés, sólo significa que Dios no es un Dios que se ha quedado en las nubes, viendo cómo nos comportamos, sino que se ha introducido en la historia humana, ha asumido nuestra finitud, ha elegido un camino concreto de salvación. Por lo cual
la elección no es exclusiva, sino inclusiva: ha elegido a unos para que se enteren todos.
- ¿Te parece injusticia que Dios elija precisamente a los más pobres?

3. Ahora vuelve a leer el texto. Quizá te resuene de modo nuevo, con una visión más integral de lo que pasa entre Dios y el hombre cuando éste escucha la Buena Noticia.
En efecto, el discurso de las parábolas expresa con imágenes lo que está ocurriendo ahora mismo en ti, según vas acercándote al Evangelio.
La diferencia de fruto que tiene la Palabra, evidentemente, depende del grado de acogida de la persona, pues uno puede estar cerrado como tierra del camino, o ser pedregal o tierra con zarzas, y otro es "tierra buena que da fruto, ciento por uno". Pero si le preguntas a éste cuál es la razón de que dé más fruto, siempre te dirá que es obra de Dios, que Él le ha dado oídos para oír. Y no lo dice por humildad, sino por experiencia real.


En las cosas medibles, efectivamente, la ley del crecimiento es por esfuerzo y acumulación. Pero en las cosas del espíritu, la lógica es inversa el desapropiarse de lo que es don hace crecer el don, y el intento de controlarlo, lo hace desaparecer. Piensa, por ejemplo, en cómo crece el amor que libera y nos hace personas. Pues ¿cómo va a ser la dinámica del Reino? "Al que tiene, se le dará más".
El que tiene experiencia de elección no puede gloriarse más que en sus debilidades (cf. 2 Cor 12, 8-10). Sabe que el don de ver y entender no le pertenece, y por eso, no oculta la luz, sino que la coloca en el candelabro para que sea vista. Toda elección es una misión.

4. En temas como éstos, las explicaciones ayudan a espantar fantasmas que entorpecen el proceso; pero la experiencia que "entiende por dentro" es luz del corazón. Algunas pistas de oración:

- Alégrate de que Dios sea libertad de amor que elige. ¿No te parece maravilloso que haya elegido a María, a Pedro, a Francisco de Asís, a Ana María Janer... a esa persona que tú conoces?
-Si no te alegras, ¿no será que tienes envidia de que Dios sea bueno
y quieres poseerlo como si fuese propiedad tuya? Lee Mt 20, 1-16.
- Según vas viviendo el proceso de personalización y vas conociendo al Dios de la Biblia, de Israel y de Jesús, ¿no vas notando cómo cambia tu imagen de Dios, que antes era una especie de idea o un personaje justiciero y neutral, pero no comprometido en una historia de amor salvador, y que ahora, sin embargo, lo ves cercano, compartiendo nuestra condición humana, fuerte y vulnerable, a un tiempo?
- ¿No notas que Él está creando una relación significativa contigo, que se ha fijado en ti? ¿Por qué te extraña, si él prefiere a los pequeños?

5. Ilumina tu oración con las siguientes lecturas:

*Documento de Aparecida Capítulo 4
"En la convivencia cotidiana con Jesús y en la confrontación con los seguidores de otros maestros, los discípulos pronto descubren dos cosas del todo originales en la relación con Jesús. Por una parte, no fueron ellos los que escogieron a su maestro. Fue Cristo quien los eligió. De otra parte,... Jesús los eligió para `que estuvieran con él y enviarlos a predicar´(Mc 3,14)...
La admiración por la persona de Jesús, su llamada y su mirada de amor buscan suscitar una respuesta consciente y libre desde lo más íntimo del corazón del discípulo, una adhesión de toda su persona al saber que Cristo lo llama por su nombre..." (Cfr Documento de Aparecida Nº 131-136)

Con Ojos JANERIANOS!!!
"Ana María Janer experimenta la necesidad de poner de manifiesto la totalidad de este amor a Jesucristo, como fundamento y sentido único de toda su vida.
Este amor, manifestado en la consagración, es el ámbito en el que ella va creciendo a lo largo de los años y lo vive como el don más peculiar del Espíritu y signo de la predilección del Padre, que colma de gozo y libertad su vida entera."


CEM 2.2