27 de enero de 2009

Ficha 8: Nuestras dificultades para el cambio

Esta ficha aborda el nivel existencial y espiritual de la persona, lo que San Pablo llamaría la lucha entre carne y espíritu.

1. Lee y ora con Gal 5

- Hay épocas en que nos adherimos al ideal cristiano de vida, incluso despertándose en nosotros la fuerza de la fe; pero luego experimentamos dificultades inesperadas o sentimos el vértigo de lo desconocido, y volvemos a hacer nuestra "vida de seguridad", acomodada.
- A veces este estancamiento viene influenciado por causas externas,
por ejemplo, amigos cristianos que, con buena voluntad, no han querido complicarse la vida o que no entienden "por dentro" el Evangelio.

- Vivir teologalmente presupone la experiencia fundante de quien antes justificaba su vida con su esfuerzo y su cumplimiento y su compromiso, y ha descubierto con gozo que es Dios el que nos justifica gratuitamente en Cristo Jesús.

-La clave de este texto es espiritual, es decir, nos ayuda a discernir la dinámica interior, el principio que anima nuestra conducta. Cabe ser intachable estando movido "por la carne". Cabe tomar en serio el Evangelio "carnalmente", no desde el espíritu de Jesús, sino de nuestro espíritu, incluso con la mejor buena voluntad.
Se nota a la larga, por los frutos de transformación interior.

2. Por eso, es necesario discernir dos niveles:

a) El nivel en que se contrapone el egoísmo al amor, es decir, si estamos dispuestos a luchar contra nuestras tendencias a ser insolidarios o violentos o ambiciosos o lujuriosos... Discernimiento relativamente fácil para los que estamos haciendo este camino, ya que sería un contrasentido leer y orar con el Evangelio, buscando el éxito machacando a los demás o acumulando riquezas.

b) El nivel sutil en que lo carnal está entremezclado con lo espiritual. Por ejemplo, cuando Jesús me atrae a cumplir sus palabras, como dinámica de entrega incondicional, siento dos movimientos interiores contrarios:
por un lado, deseo de entrega; por otro, miedo, duda, desazón... Este nivel es el más importante en el proceso de personalización, ya que sitúa la percepción del Evangelio en el corazón de la persona: que personalizar el Evangelio no consiste en estar convencido racionalmente de su valor y vigencia o desearlo como un ideal, sino en una dinámica interior que transforma la persona entera. Jesús lo ha dicho: Mis palabras son espíritu y vida (Jn 6, 63).

3. Pide el Espíritu Santo y ora con astas preguntas:

— ¿ Vas notando que el Evangelio te está pasando al corazón, y que aparecen esos sentimientos contrarios?
Escribe en un papel lo que sueles sentir; en una columna lo que te empuja al sí; y en otra, lo que se te resiste por dentro. ¿Aparecen algunos textos o temas en particular? ¿Qué te dicen de ti mismo y de tu vida esos sentimientos contrarios?
— Si te miras sinceramente cara a cara con Dios, ¿cuál es tu pecado radical, tu principal resistencia al Evangelio ?
— Lo que acabas de formular ¿supone deseo de discernimiento del corazón o refleja, más bien, tu propio perfeccionismo ? ¿Puedes dejarlo en manos del Señor, “que sabe todas las cosas”?

4. Ilumina tu oración con las siguientes lecturas:

* Christifideles laici (de Juan Pablo II) Nº 7
Jesucristo, la esperanza de la humanidad
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_30121988_christifideles-laici_sp.html

CON OJOS JANERIANOS

En Ana María el amor se expresa como abandono confiado en manos de la Providencia y de la voluntad divina. "Dejen hacer a Dios que sabe todas las cosas". Este paso fluido y natural de las realidades terrenas al misterio infinito de¡ Padre, en cuyas manos halla el consuelo de una seguridad providente, imprime a su caridad sentido de trascendencia. Por eso, en la realidad objetiva y palpable de las necesidades ajenas, hace patente la cercanía del reino de Dios .
CEM 2.3.5

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